¿Qué es el software de gestión de activos empresariales (EAM)?

Supervisar las herramientas, equipos profesionales y otros bienes es fundamental para garantizar el buen funcionamiento de los negocios e impulsar la productividad. Los software EAM pueden prestar apoyo en esta misión y poseen múltiples aplicaciones en la industria.

¿Qué es la gestión de activos de una empresa?

La gestión de activos empresariales (EAM, del inglés Enterprise Asset Management) combina software, sistemas y servicios para mantener y controlar los equipos y propiedades de una compañía. Su objetivo final es prolongar la calidad y el uso de estos bienes durante todo su ciclo de vida y reducir los costos operativos. Se incluyen todas las etapas, desde la planificación del capital, el abastecimiento, la instalación, el rendimiento, el mantenimiento y la eliminación del activo.

¿Por qué es necesaria la gestión de activos?

Todas las organizaciones, por pequeñas o grandes que sean, tienen activos. En el caso de las de mayor envergadura, estos pueden constituir las miles de piezas del puzzle que es la empresa. La gestión de activos empresariales ayuda a seguir, evaluar y optimizar estos elementos, que pueden ser desde vehículos hasta materiales, pasando por edificios. Además, aporta numerosas ventajas:

• Centralizar la información. Los encargados de mantenimiento pueden saber dónde se encuentra el activo, qué necesita, quién debe trabajar en él y durante cuánto tiempo. La tecnología para la estrategia EAM suele integrarse en un GMAO, un sistema de gestión de mantenimiento asistido por ordenador, lo que automatiza estas cuestiones.
• Consolidar las aplicaciones de la empresa. Un software EAM unifica el control de prácticamente cualquier propiedad de una compañía.
• Gestión de la infraestructura y obsolescencia. Contar con más información para ejecutar las tareas de mantenimiento y valorar los riesgos hace que los activos amplíen sus ciclos de vida y que se incremente el retorno de la inversión.
• Maximización del uso de los activos. Recopilar datos con sensores y dispositivos IoT o herramientas analíticas hace que los equipos estén más disponibles y sean más fiables.
• Mejoras de seguridad. La inteligencia artificial, la analítica y el IoT hacen más sencilla la tarea de comprobar que se cumple con requisitos medioambientales, sanitarios y de seguridad.
• Mantenimiento predictivo. Un software de gestión de activos empresariales (EAM) previene problemas con antelación para evitar interrupciones en la producción.
• Supervisión remota. Agregan la información de distintos departamentos y fuentes para ofrecer alertas más precisas y apoyo en la toma de decisiones.

¿Cómo se hace una buena gestión de activos?

Existen buenas prácticas de gestión de activos empresariales para que esta sea lo más efectiva posible, pudiendo potenciarse aún más con el uso de un software. Una buena gestión de activos presta atención a los siguientes aspectos:

• Análisis. Obtener la mayor información posible de las operativas para automatizar algunas acciones.
• Mantenimiento. Una correcta gestión de activos permite dejar atrás el mantenimiento correctivo, es decir, las reparaciones tras la aparición de averías y las revisiones preventivas, para llevar a cabo tareas de mantenimiento predictivo cuando los datos indican anomalías.
• Planificación. Cuando las órdenes y los planes se muestran gráficamente a través de diagramas, es más sencillo dar prioridad a ciertas tareas.
• Registros. Recogida de datos relacionados con los trabajos desde la solicitud inicial hasta su conclusión.
• Seguridad. Llevar una documentación de incidencias hace posible analizarlas e implementar medidas correctivas.
• Trazabilidad. Extraer lecturas de medidores o códigos de barras y la tecnología RFID son otras formas de recopilar información. 
• Visibilidad de la cadena de suministro. Incorporar el IoT contribuye  a integrar los software EAM con sistemas de gestión de la cadena de suministro.

En algunos sectores como la intralogística, se utilizan sistemas de gestión de depósitos con funciones específicas para esas tareas. Así se consigue información detallada de las entradas y salidas de mercadería, el estado de los pedidos, y se mantiene la trazabilidad de los productos a lo largo de todo el recorrido.

Aplicaciones de la gestión de activos en la industria

La gestión de activos empresariales (EAM) es de utilidad para múltiples industrias y sectores por distintos motivos:

• Energía y suministros. A la hora de distribuir agua, gas y energía hay que emplear activos como oleoductos o tendidos eléctricos. La planificación del personal y la información de los equipos remotos es compleja.
• Fabricación. La gestión de activos es de gran valor en actividades tan diversas como la automoción, el sector aeroespacial, la defensa, la electrónica o la creación de productos industriales y de consumo.
• Minería y petroquímica. Tareas en las cuales una visión pormenorizada del estado, los flujos de trabajo y el cumplimiento estricto de las normativas de salud y seguridad son de vital importancia. 
• Sanidad. La EAM permite rastrear, localizar y preparar activos críticos, asegurar las buenas condiciones de las instalaciones y generar informes.
• Transportes. La información exhaustiva sobre los activos y su inventario facilita una buena logística. Esta se extiende a registros de conductores, piezas de repuestos, horarios de entrega, disponibilidad de combustible, etc.

¿Qué es un software EAM?

Los software de gestión de activos empresariales (EAM) rastrean y analizan el rendimiento y los costos de los activos de la compañía en todos sus ciclos de vida. Proporcionan una vista centralizada de todos los equipos que comprende sus historiales de reparación, auditorías y órdenes de compra, por lo que el programa ayuda a cada parte del negocio a estar en sintonía con el resto.

Mediante la monitorización remota impulsada por la inteligencia artificial en la logística y un seguimiento avanzado, los gerentes pueden tomar mejores decisiones.

¿Cómo funciona un software EAM?

Tradicionalmente estos programas se instalaban on-premise, pero la tecnología ya admite ejecutarlos en la nube. Esta segunda opción puede ser útil para vincular el EAM con otros sistemas de gestión como los de depósitos. Estos son los principales pasos a seguir en la gestión de activos empresariales:

1. Recopilación de activos en la nube. Un repositorio de datos centralizado posibilita utilizar la analítica y extraer información estratégica.
2. Uso de los datos para optimizar la productividad. Mediante machine learning, gemelos digitales y analítica predictiva, se lleva a cabo un mantenimiento por adelantado para que los activos estén lo más disponibles posible.
3. Programación proactiva de inspecciones. Detecta, informa y resuelve incidencias rápidamente priorizando las más críticas para minimizar la inactividad.
4. Gestión de activos y trabajo de campo. Seguimiento de las órdenes de trabajo desde cualquier lugar.

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